domingo, octubre 30, 2005

lunes, octubre 24, 2005

En nombre de toda inmensidad

"¡Éter divino, raudas brisas, fuentes de los ríos y sonrisa infinita de las olas del mar, madre de todo! Pero también a ti quiero invocarte, ¡disco del sol, que todo lo contemplas! Miradme: soy un dios y, sin embargo, ¡qué trato he recibido de los dioses!..."

Esquilo, Prometeo encadenado, versos 31-35

Antes que la mañana venga, entre casuales sombras de tinta, sólo quiero mirar estrellas esta noche. El cielo más profundo que alguna vez. Saltar como caballito de ajedrez a él. Cada tarde, cada hora. Sólo más lleno. Más rápido, más entero y... mis ojos no pueden verlo.

viernes, octubre 07, 2005

A ti

confeti

Sólo un block de notas para recordarte. Hoy, siempre ocho hoy, cumples años. Una luz en tu cabecita. Muy adentro sonrío pensando en lo feliz que tienes que estar, en los abrazos que recibirás —o recibiste— en tus sonrisas y regalos, en las delicias posibles de comida, en tu blusa nueva o, el adorno que llevarás en el pelo. Siento desdicha de no poder compartir tus miradas, yo, que te quiero mirar en mí y sólo aparecen, recurrentes, los ojos de las personas que tienen la fortuna de mirarte. !Contenta mi querida¡ Te regalo mis suspiros, aquí... mis palabras agudas y esdrújulas. Mis ocho años de infancia vivacísima. A esa edad, mi papá aún vivía en Chicago. Siempre en sus cartas enviaba postales lindísimas, una era para mi hermana y la pequeña para mí; pero lo más bonito de tenerla, era sentir que entre esas imágenes de brillantes edificios, se podía sentir la textura de su letra. Trazaba surquitos con tinta, sin darse cuenta mi Viejo al escribir lo hacía con tanto peso en el cartoncito y dejaba eso: que yo traducía en abrazos y caricias. Te regalo eso —esto— que siento, ese recuerdo de niño, que conservo en mí con tanto cariño, como a ti. Me pienso así: un guachito de ocho años y cada pasito que doy, sin quizá saberlo, es un regalo de cumpleaños.
!Cuanto te quiero¡
La mayor felicidad


miércoles, octubre 05, 2005

Nicolás Paris

Dibujábamos nuestras sombras en el zócalo, cómo nos gustaba. Los jugos de mandarina, los bocetos de peces entrevidriados (aquellos cautivos en las peceras) y, los ambiciosos juegos por la calle que, terminaban siempre arrancándole sonrisas a los peatones; a mí, éstos, me recordaban “El Verano de Kikujiro”: interminable indefinible inolvidable. Hoy Nicolás expone en Bogotá, qué ganas de tomar el primer vuelo, aunque haga escala en Panamá y Medellín, de Acapulco a Bogotá. Suspiro grande... Agradezco enormemente a María, que estará a centímetros de él, para que le de el regalo que escogimos juntos en febrero, aquí en México. Es mágico que no haya tenido ocasión de verlo desde ese distante mes hasta hoy. Me gusta que pase así, porque eso provoca algo de extraordinario a nuestra gran amistad. "La propuesta de Nicolás Paris, involucra un interés en el análisis del espacio físico y el tiempo existente entre el cambio de un estado a otro, él decía (dice) que: "las partículas iniciales, esconden un todo que a su vez conforma la parte de otro todo mayor… escalas dentro de escalas, ciclos dentro de ciclos", me parece estarlo escuchando después de haber visto a William Blake, actuado por ese hombre que usa tan magníficos sombreros, aquella primavera de 2001. La reiteración de la imagen, la secuencia de una cosa repitiéndose a sí misma, y a su vez interactuando con el misterio da un sentido diferente a su realidad inicial". Nico, amigo grande, la mayor de las suertes a ti.
Del Greengo Nicolás Paris, Mota (detalle), materiales diversos, 15 cm, 2005

Jugando con ella

Carolina Rodríguez
Qué Bonito es dibujar
Me gusta dibujar, dibujar las cosas de la niñez, marcar fuerte mis trazos cuando quiero expresar algo, el dibujo me hace libre, la ciudad esta hecha de dibujos, los arquitectos dibujaron casas antes de hacerlas , los diseñadores dibujaron envases antes que tomáramos líquidos en ellos y dibujaron sillas antes de sentarnos en ellas, la ciencia y la economía realizan gráficos para representar sus datos, las calles tienen largas líneas que guían a los autos , hay dibujos hasta en las puertas de los baños que nos indican si es de hombres o de mujeres y desde la niñez el ser humano necesita del dibujo. Por eso dibujo sobre la niñez, porque es bonito volver atrás y reencontrarme con ese mundo maravilloso de pureza, y porque es necesario reflexionar cuando la niñez se ve transgredida.
Dibujar es volver a ser niño, dibujar es rayar en las paredes aunque este prohibido, a mi me gusta rayar con colores por que dibujar es muy bonito.