jueves, junio 30, 2011

De aires

Hay días que el aire es áspero y aun así lo transitamos.

Descalzos.

Donde las voces cotidianas son un eco aburrido

un carrusel deshabitado girando, mareándome.

Es que mi cuerpo pesa tanto y no puedo separarme

La respiración son estas ganas de estar en cualquier parte que aquí no sea

Un boomerang que regresa más doliente

Que corroe mi interior

Que infla mi organismo del aire áspero de estos días, de este momento.

lunes, junio 27, 2011

Éxodos

Mis manos son una extensión un alma en pena. Viajes. Éxodos donde pernocté vacío. Calles en que me nutrí de las luces que venían del interior de las casas. La quietud versada de los árboles. Sus hojas una especie de isla. Buscarte es perderme entre vagones, confundido con la personalidad deforme y única de los limosneros. Repegado pasé Tlalpan. Las luces desconcertantes de los barrios pintan en el cuadrado de la ventana atisbos de tristeza. Un circo. Un café chino. Una pasarela de prostibularios. La alegría huyó hace bastante tiempo, cuando éramos jóvenes y a patín surcamos las avenidas aunque la lluvia cayera. Éramos fuertes, aún nuestros huesos sólidos no eran erosionados por el amor y por la ira. Débil uso un transporte. Ato mis pies a un pie mecánico y estéril.

martes, junio 21, 2011

Vivir resonar el aire

Vivir resonar el aire. Espacios húmedos me infectan de hormigas al paso. La vía vacía, el árbol gime un lento caer de gotas. Miro mi reflejo desaparecer en los charcos, detrás de un neumático. Ondas que opacan mis ojos. Veo tu rostro amado. Mis manos húmedas también de recoger llantos que brotan de las casas. En la cima de las montañas tu nombre se aleja. Es una nube que explota. El agua cae, gotea cadenciosamente. Araña mis intestinos. Desgarra mi piel. Y yo te existo en cada parte de la ciudad. En los desperfectos interminables, en el fango anegado al río. Los canales avientan más que corazones. Alejan mi vista de la turbulencia del agua que inunda lenta y pausada el corazón de la calle.