—Camina, camina mucho...
En mi humilde opinión, para aprender a irnos hay que caminar. Cargar con nuestro cuerpo, llevarse los pies, como cuando pisamos la arena, sentimos y miramos su belleza, pero no nos quedamos, sólo nos llevamos los ojos sin palabras. Hay que caminar despacio lento aprisa, caminar los ríos, los planetas; caminamos tanto caminar. No son huidas, no las fugas, mira cómo mis palabras trazan señales (no son de lápiz que fácil se puede borrar) de esa siempre ola mía, mi siempre tierra querida.
De las cosas encontradas en mis cuadernos.
1 comentario:
Grandiosos recuerdos guarda tu cuaderno, la magia está al abrirlo, cuando los haces aparecer.
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