No sopla viento. Hemos comido rayos de sol. Nuestros pasos son pájaros disecados. Me humedezco con la lluvia y como una figura de barro me deformo. He sido un escarabajo en el sueño y una larga fatiga se personifica en la cotidianeidad. Los rostros parecen calcetines deshilados, las larvas han muerto y las hojas caen. Se ha extinto un color, ahora sólo podremos recordarlo en las pantallas de luminosas pulgadas. El lenguaje eres tú—todavía. Pasará el día entero.
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