Comenzaré por escribir las palabras que recuerdo, las prolongaré en la pagina: las planizaré. Pronto se irá la pequeña noche que ensancha las horas en el pueblo, y llegaran las cosas vivas nuevamente a tropezarse conmigo. La cama me espera. Tu voz me alcanza las manos. Tus letras son como ríos en mí: fluyen, se calman, rompen... Distancia de cerros y de árboles nos acercan, los colores del sueño; nos besamos para despertar las estatuas: tú, de tu ciudad de templos y palacios; yo, de este pueblo repleto de capillas blancas y de santos. Quisiera acércame a vos y ser tu espacio
—rodear el tiempo...
ensanchar tu sonrisa; deslizar mis dedos en cada vertebra como en un piano. Las palabras me persiguen, hundo las manos en los bolsillos y salen volando como serpentinas, se van y vuelven, me acuesto en ellas sobre la grama. En la distancia a veces me atormentan, ojalá no las supiera, casi ninguna, pero al menos me quedara.....................
12:57
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