sábado, diciembre 23, 2006
jueves, diciembre 21, 2006
J.
lunes, diciembre 18, 2006
gigantic
Huyendo con celeridad el gigante Roberto atravesó colinas. Huía de su amada Dela. Aplastaba árboles a cada paso. Sus ojos rosados dejaban salir goterones de lágrimas que al tocar el suelo hacían brotar de la tierra dalias. Las estrellas desaparecieron el día y a él. Sin lenguaje y solo, ocultó su pesado cuerpo en una antigua bóveda de piedra. Ahí lamentabase en el silencio de las paredes negras. Sus gemidos ahuyentaron a murciélagos que en su loca huída estrellabanse con churupetes luminosos. En la concavidad, el verde luminoso de los bichos que morían descendía lento, hasta apagarse en el suelo de la caverna y volver a negar toda visión. En la oscuridad, la cavidad se abría más para Roberto. Su estatura no gobernaba ya las cosas. La cueva era imponente. Sollozaba en ella como volviendo al vientre de su madre, y la penumbra eran los ojos de ella que lo consolaban; y al estirar sus larguísimos dedos y tocar las paredes de piedra caliza sentía una vieja caricia. Su memoria se poblaba de imágenes y aparecía Dela con su bolita de abalorios en el cabello. El frío de las profundidades no lo inmutaba, al contrario, cesó su llanto y adentrábase más al hueco de la tierra, a este paraíso cárstico del que hace muchísimo tiempo la luz fue expulsada. Se abrían túneles y pasadizos entre anfractuosidades y antiquísimas estalactitas, oquedades por donde caían cascadas infinitas que el gigante Roberto no podía ver, y sin embargo escuchaba con atención el misterioso goteo, y pensaba que el rostro de su amada Dela era todo lo que le rodeaba: intocable, invisible, lejano, aunque le bastaba alargar los brazos para palpar la superficie rugosa y erosionada de la caverna, él sabía cuan pequeño era en el mundo, y su gigantismo, del que huía la gente al verlo, era algo que los ojos de su amada nunca vejaron. Suspiró. Estaba lejos y aquí. Exhalo su último aliento. Cogió del suelo una piedra y se la echo a la bolsa. Y se guiaba a los confines tropezándose con las estalagmitas con la esperanza de alcanzar la muerte. Su escape al fondo era un arrebato de valentía o de torpeza del que el azar no tenía la culpa, mucho menos el destino.
martes, diciembre 12, 2006
Sueño
lunes, diciembre 11, 2006
jueves, noviembre 23, 2006
Sin ti
miércoles, noviembre 15, 2006
Fuera de Ogarrio
viernes, noviembre 10, 2006
Llegada y salida
Llegada
Muy rápido pasa el día. Rodeado de gente vana que se pone una carcajada como antifaz para mostrarse franca. Personas amables, tranquilas, inofensivas ‘a fin de cuentas’, repletas de lugares comunes. Me vuelvo uno de ellos. Me disfrazo de ellos. Mis manos están secas, blandas. Me duelen los dientes de tanto rasparlos con mis dientes. En silencio, ‘en boca cerrada no entran moscas’. La saliva sabe amarga cuando no hablas, parece que condensa las palabras y se estrellan en ese techo rosado de la boca hasta deslizarse por sus paredes, y la lengua las prueba, y entonces me callo. Tal vez con la llegada de la tarde se propague ese bello frío que cayó anoche. Una lluvia lo trajo mientras paseábamos en las calles llenas de vacío, y mirábamos los semáforos parecidos a maniquís. O tal vez no, y me asuste el croar de las ranas en el patio. Y las plagas de libélulas vuelen a la oficina para estrellarse contra las lámparas. Y cuando ocurra ese espectáculo trágico, yo pensaré en ti para alegrar el mundo: tu sonrisa de naranja.
Salida
Como dice Freud, no hay cosa que le pueda causar
tanto daño a un ser humano, como otro ser humano.
Caminaré sin ti
M.B.
sábado, noviembre 04, 2006
miércoles, octubre 25, 2006
De tinto
lunes, octubre 16, 2006
Visible elbisivni
miércoles, octubre 11, 2006
Comienzo... correspondencia
sábado, septiembre 30, 2006
Omiltemi
martes, septiembre 26, 2006
arlequín.
1. m. Persona cuyo vestido en un espectáculo o fiesta remeda el de Arlequín, personaje de la comedia del arte, que llevaba mascarilla negra y traje de cuadros o losanges de distintos colores.
2. m. Gracioso o bufón de algunas compañías de volatines.
3. m. Cada uno de los dos bastidores verticales que, en cada lateral, definen con el bambalinón la embocadura del escenario en los teatros.
4. m. coloq. Sorbete de dos o más sustancias y colores.
5. m. desus. Persona informal y ridícula.
6. m. desus. Tejido de hilo o lana y de colores variados.
Victor Vasarely-Arlequín
Técnica mixta
59 x 39 cm
miércoles, septiembre 13, 2006
jueves, septiembre 07, 2006
Sentir
" En el avión, cerca de ti, ya no le tengo miedo al peligro. Uno sólo muere cuando está solo. "
lunes, agosto 14, 2006
Sin ti ciudad
sábado, agosto 12, 2006
Espejo
Help Stop the Bloodshed in the Middle East
Right now a tragedy is unfolding in the Middle East. Hundreds of civilians have died in the bombings in Lebanon, Israel and Palestine and the death toll is rising every day. UN Secretary General Kofi Annan has called for an immediate ceasefire and UK Prime Minister Tony Blair has joined Annan in calling for the deployment of international troops to the Israel-Lebanon border. This is the best proposal yet to stop the violence, but for it to succeed other global leaders need to get behind it immediately. I have just signed a petition urging regional and global leaders to speak out and support Kofi Annan's proposal. If people around the world can persuade their governments to unite in demanding a ceasefire, all sides in this conflict will be pressured to stand down. Can you sign the petition too?
http://www.ceasefirecampaign.org
The petition will be sent to key regional and global leaders and publicized in major newspapers in the Middle East, US and Europe. With enough signatures we can help pressure our leaders to stop the violence.
Thanks!
miércoles, agosto 09, 2006
Má
¡Felicidades!
jueves, julio 27, 2006
Cartas
Por las noches, Abel de Alencar, cumplía su misión prohibida. Escondido en una oficina de Brasilia, él, fotocopiaba noche tras noche, los papeles secretos de los servicios militares de seguridad: informes, fichas y expedientes, que llamaban interrogatorios a las torturas, y enfrentamientos a los asesinatos. En tres años de trabajo clandestino, Abel, fotocopió un millón de páginas. Esos documentos, eran el confesionario completo de la dictadura militar, que estaba viviendo sus últimos tiempos de poder absoluto, sobre las vidas y los milagros de todo Brasil. Una noche, entre las páginas arrancadas a los archivos militares, Abel descubrió, una carta perfumada; la carta había sido escrita diez años antes, pero el perfume del papel, no se había desvanecido del todo, y el beso que la firmaba estaba intacto. La huella de la boca entreabierta, parecía fresca, al pie de las palabras. A partir de entonces, cada vez que encontraba alguna carta, Abel detenía sus trajines ante la máquina fotocopiadora. Descubrió muchas cartas. Junto a las cartas, estaban los sobres interceptados por los funcionarios militares. Él no sabía qué hacer, mucho tiempo había pasado, ya nadie esperaba aquellas cartas. Habían sido escritas por personas, habían sido dirigidas a personas, pero ahora eran, mensajes de fantasmas para fantasmas. Y sin embargo, Abel no podía leerlas sin sentir que estaba cometiendo una violación. No estaban vivas esas palabras, aunque vinieran desde los muertos, y desde los olvidados hacia lugares, que ya no eran, y personas que ya no estaban. Abel, no podía devolverlas a los archivos militares, era como devolverlas a la cárcel. Intentó romperlas, y se sintió un criminal. Al final de cada noche, Abel metía en sus sobres, las cartas que había encontrado, les pegaba sellos nuevos, y las echaba al buzón del correo.
Eduardo Galeano
lunes, julio 17, 2006
Imposible apartarse de...
"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".
Bertolt Brecht. (1898)
Notas del zócalo: Sergio Pitol, y Carlos Monsivais.
Nota original
La Gente. Desde hace tiempo, y aún más notoriamente ahora, cada vez que alguien se refiere a La Gente eleva su generalización: "La Gente está contenta, la Gente está indignada, la Gente anda muy triste, la Gente no se va a dejar". De hecho, el o la que describe está hablando siempre en primera persona. Hoy, La Gente es sinónimo del Yo y esta operación donde lo colectivo apenas enmascara lo individual es propia del Tiempo donde el egoísmo a ultranza no funciona y la tradición insiste en el egoísmo.
Por eso, hoy, aquí, quienes desean expresar sus sentimientos y sus pensamientos se los atribuyen a La Gente. Nosotros, por ejemplo, advertimos que La Gente está indignada, alegre, informada y muy decidida.
Ellos -y en pos de la ruta lógica de don Vicente Fox, cuando decimos ellos no nos referimos a nosotros- se han autorretratado a la perfección en su campaña desde el odio en favor del miedo, y sus rasgos delatan la ideología ampliada por la mercadotecnia y centrada en el abuso de poder, el conservadurismo y la proclamación de lo muy necesario de la desigualdad.
Las causas que funcionan sólo a corto plazo son apenas y en rigor promociones publicitarias o desahogos emotivos. La batalla por la democracia es una causa permanente que en este caso pasa por la defensa del voto y de los votantes, de todos los que acudimos el 2 de julio sin excepción. Nuestra causa a corto, mediano y largo plazos es la construcción de la democracia, de la que forman parte esta marcha y esta concentración.
Los patrocinadores del fraude hormiga, los que desataron -y a nombre de la libertad de expresión, nada menos- la campaña de "López Obrador, un peligro para México" exhiben también su mentalidad clasista: si un candidato presidencial es "un peligro para México" lo son también los que deciden votar por él en números tan elevados. Se ha recurrido al desprecio como técnica de entendimiento del país, y al declararse implícita y explícitamente a un gran sector "peligro para México" se ha promovido o "inaugurado" la polarización. No obstante, más que de un país dividido debe hablarse de una mayoría en los alrededores de la concentración extrema de la riqueza.
Por eso el proceso electoral se ha encarecido en forma tan desproporcionada, y por eso la derecha festejaría si coloca a la democracia en la Bolsa de Valores. Esta es la gran disputa: democracia al alcance de todos o democracia (o como quiera llamársele) a precio de oro, con maniobreo incansable adjunto. Al respecto, una propuesta utópica: que en un futuro próximo el salario mínimo de cada trabajador en México sea el sueldo actual del presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde.
En política, lo contrario del odio no es el amor, sentimiento nobilísimo que, fuera de las fechas sagradas del consumismo, no encuentra su sitio en el mercado. Lo contrario del odio es el ejercicio sistemático de la razón.
También, el desgaste del adversario es siempre un arma de dos filos. El que tiene el poder en sus manos dirige todas sus acciones hacia ese fin. El desgaste del adversario suele producirse, pero el manipulador pierde en la esfera la oportunidad de gobernar. Es un cazador (con todo el tiempo mental invertido en su propósito) y no un gobernante.
Cuando decimos "la derecha" no calificamos de modo alguno a todos los votantes de Felipe Calderón ni los equiparamos con los devotos de El Yunque y agrupaciones similares, así, en su forma más beligerante, esta derecha haya sido el núcleo activador y el club de campaña. No nos toca indagar las razones del voto de los adversarios y sí respetarlas, y esta misma actitud percibimos en los votantes de Andrés Manuel López Obrador y la coalición Por el Bien de Todos.
Por eso sorprende la agresividad enorme de la andanada poselectoral del sector de Calderón, que en Internet, el Agora de la República, no sólo y previsiblemente se obstina en el linchamiento del candidato, sino también menosprecia con gran alborozo a muchos millones de mexicanos y sus exigencias justas.
¿De veras creen que el choteo barato y la difamación disipan las dudas sobre el recuento de votos?
No queremos, no necesitamos, no le concedemos un sitio a la violencia. En 2005 con el intento patético del desafuero y en 2006 con la exigencia de la rendición de AMLO la violencia ha sido la actitud y el instrumento de la derecha, una violencia ideológica, de mentiras y compra de voluntades, y calumnias y mentiras grotescas, y difamaciones y fraudes hormiga. De este lado hay respuestas críticas, a veces ideológicamente desmesuradas o francamente necias, pero que en su conjunto no equivalen en virulencia y alcances mediáticos al menos oído o visto de los espots radiofónicos y televisivos del PAN y el empresariado.
Cientos o miles de millones de pesos invertidos en retener oprobiosamente el poder exhiben la violencia del gran capital sobre la ciudadanía.
Si el dinero a raudales decide quién gobierna, el gobierno que llega obedecerá al dinero a raudales. Si así han querido ganar, así inevitablemente querrán gobernar. Tanto gastan, tanto han de recuperar con creces. Mentir para imponerse es ignorar en definitiva la ubicación de la verdad.
¿Tiene sentido separar legalidad de legitimidad? Si esto se discute ahora es porque la legalidad está usurpada o programada por computadora, y porque la legitimidad es el gran espacio de confirmación de los valores de la República laica.
Señala el día de hoy en un brillante artículo Rolando Cordera Campos:
Fortalecer las instituciones sin pensar ni registrar la existencia del pueblo y su necesidad ingente de organización es bordar en el vacío, hacer de la política juego de salón, y del poder coto privado de los herederos de una riqueza nunca bien habida.
La emergencia de estos días obliga, en primer lugar, a la defensa del voto y los votantes. A partir de allí, sectores vastos de la sociedad mexicana -y ésta no es profecía sino comprobación diaria- seguirán en la movilización crítica si quieren que su acción contestataria perdure. La campaña de 2006 no admitió o no permitió el debate sobre los problemas y las tragedias ecológicas, las catástrofes educativas, las posibilidades del empleo, la inseguridad social, el racismo antindígena, el sexismo, la condición salarial en el país, la intolerancia religiosa, la homofobia, la impunidad de la clase política y del gran capital. Esto no se pospone indefinidamente, pero sí se jerarquiza porque hoy lo que corresponde es "voto por voto, casilla por casilla".
Si esta causa fuese únicamente política su significado sería localizable en demasía, pero las movilizaciones provienen también de una certeza ética y moral, y esto explica su continuidad razonada y pacífica. No minimizamos ni magnificamos los errores de nuestro proceso, pero -hoy, 16 de julio de 2006- esta presencia multitudinaria, que representa a millones de votantes, surge de la necesidad de cambios profundos que correspondan al desarrollo civilizatorio que merecemos. No presumimos del monopolio de la verdad, pero sí ratificamos las demandas jurídicas y la argumentación moral. Por lo demás, se atestigua a diario el aforismo de Jerzy Lec: "La dispensación de la injusticia está siempre en las manos adecuadas". No abandonemos nuestros votos en la fosa común de la resignación o la apatía. Voto por voto y casilla por casilla.
* Leído (con cortes obligados por el tiempo a la disposición) en el Zócalo, en la segunda asamblea informativa de la coalición Por el Bien de Todos
sábado, julio 15, 2006
sábado, julio 08, 2006
_ _ _
Tu voudrais être amoureux.
Il voudrait idem (être amoureux).
Nous, vous, voudrions, voudriez être.
Ils voudraient également tomber amoureux...
[l'écume des jours· boris vian]
martes, junio 27, 2006
lunes, junio 26, 2006
Correspondencia: fussball
Querido amigo Inti
Te exprimo mi mas profundamente sentido pesame por la no calificacion del equipo mexicano por los cuartos de finales. Fue un gran partido de Mexico, talvez el mejor de esta copa mundial. La proxima vez sera! Ya que ahora Mexico este afuera del campionato, espero que concentres toda tu fuerza en el equipo de Suiza que juega hoy contra Ucraina.... A ver. Necesitamos la virgen de guadelupe al nuestro lado para llegar a los cuartos. Los ultimos dias estuve en Alemania y te juro que este es un mundial tremendo, tanta gente, tanta emocion ... Vi el partido Italia contra Republica Checa en el estadio y fue poca madre. La gente mas que pacifica y una fiesta loca despues del partido. Del resto sigo enamorado de una chica que conoci hace unas semanas y trabajo. Disculpa que no te escribo tanto. Espero que vengas algun dia al pais del campion del mundo (ojala sea Suiza..)
Unos abrazos
Enzo
PS: En el anteprima de la copa mundial del 1994 Mexico y Suiza jugaron un amistoso, el ultimo partido de los dos estados hermanos (...): Suiza gano 5:1 contra Mexico en Florida (EEUU)... (es la neta)
Epilogo:
sábado, junio 24, 2006
jueves, junio 01, 2006
Ayuda
Amigas y amigos
El esposo de mi mamá y prácticamente mi padre desde los 4 años, murió hace 2 meses en un accidente en el municipio de Mosquera, bien adentro del departamento de Nariño. Era parte de la Patrulla Aérea Civil, una organización dedicada a llevar médicos e insumos a los lugares más apartados de Colombia. En el accidente la avioneta chocó contra la escuelita del pueblo. Un niño enfermo, su mamá, el médico y él -que era piloto-, murieron. La Patrulla Aérea está reconstruyendo la escuela y dotándola con una nueva bilbioteca, que atenderá a los niños y adultos del municipio, y supongo que de otras veredas aledañas.
Estamos recopilando libros para la biblioteca, básicamente de lo que sea, todo nos sirve. Las donaciones que está gestionando la Patrulla son demoradas y tienen una garantía de éxito muy incierta; por eso también acudo los amigos y amigas, uno siempre tiene a la mano libros que podrían tener mejor uso. Les pido que me avisen si pueden recopilarme algo entre ustedes, o con otros amigos o familiares… yo me las arreglo para recogerlo. Se los agradecería de corazón.
Me he dado cuenta que la muerte de alguien tan cercano es menos dolorosa si en su nombre y con su energía, se ayuda a que otras cosas nazcan.
Gracias a todos.
Maria Carrizosa Bermúdez
Calle 34 # 6 - 59 (501)
2459955 - 300 2693381
Pilar Bermúdez
Calle 129 Bis # 6-57
tel 2582913
martes, mayo 30, 2006
A propósito de los días
El penal más fantástico del que yo tenga noticia se tiró en 1958 en un lugar perdido del valle de Río Negro, en Argentina, un domingo por la tarde en un estadio vacío. Estrella Polar era un club de billares y mesas de baraja, un boliche de borrachos en una calle de tierra que terminaba en la orilla del río. Tenía un equipo de fútbol que participaba en el campeonato del valle porque los domingos no había otra cosa que hacer y el viento arrastraba la arena de las bardas y el polen de las chacras.
Las victorias habían sido por un gol, pero alcanzaban para que Deportivo Belgrano, el eterno campeón, el de Padini, Constante Gauna y Tata Cardiles, quedara relegado al segundo puesto, un punto más abajo. Se hablaba de Estrella Polar en la escuela, en el ómnibus, en la plaza, pero no imaginaba todavía que al terminar el otoño tuvieran 22 puntos contra 21 de los nuestros.
Las canchas se llenaban para verlos perder de una buena vez. Eran lentos como burros y pesados como roperos, pero marcaban hombre a hombre y gritaban como marranos cuando no tenían la pelota. El entrenador, un tipo de traje negro, bigotitos recortados, lunar en frente y pucho apagado entre los labios, corría junto a la línea de toque y los azuzaba con una vara de mimbre cuando pasaban a su lado. El público se divertía con eso y nosotros, que por ser menores jugábamos los sábados, no nos explicábamos como ganaban si eran tan malos.
Daban y recibían golpes con tanta lealtad y entusiasmo, que terminaban apoyándose unos sobre otros para salir de la cancha mientras la gente les aplaudía el 1 a 0 y les alcanzaba botellas de vino refrescadas en la tierra húmeda. Por las noches celebraban en el prostíbulo de Santa Ana y la gorda Leticia se quejaba de que se comieran los restos del pollo que ella guardaban en la heladera. Eran la atracción y en el pueblo se les permitía todo. Los viejos les recogían de los bares cuando tomaban demasiado y se ponían pendencieros; los comerciantes les regalaban algún juguete o caramelos para los hijos y en el cine, las novias les consentían caricias por encima de las rodillas. Fuera de su pueblo nadie los tomaba en serio, ni siquiera cuando le ganaron a Atlético San Martín por 2 a1.
En medio de la euforia perdieron, como todo el mundo, en Barda del Medio y al terminar la primera rueda dejaron el primer puesto cuando Deportivo Belgrano los puso en su lugar con siete goles. Todos creímos, entonces, que la normalidad empezaba a restablecerse. Pero el domingo siguiente ganaron 1 a 0 y siguieron con su letanía de laboriosos, horribles triunfos y llegaron a la primavera con apenas un punto menos que el campeón.
El último enfrentamiento fue histórico por el penal. El estadio estaba repleto y los techos de las casas también. Todo el mundo esperaba que Deportivo Belgrano repitiera los siete goles de la primera rueda. El día era fresco y soleado y las manzanas empezaban a colorearse en los árboles. Estrella Polar trajo más de quinientos hinchas que tomaron una tribuna por asalto y los bomberos tuvieron que sacar las mangueras para que se quedaran quietos.
El referí que pitó el penal era Herminio Silva, un epiléptico que vendía las rifas del club local y todo el mundo entendió que se estaba jugando el empleo cuando a los cuarenta minutos del segundo tiempo estaban uno a uno y todavía no había cobrado la pena por más que los de Deportivo Belgrano se tiraran de cabeza en el área de Estrella Polar y dieran volteretas y malabarismos para impresionarlo. Con el empate el local era campeón y Herminio Silva quería conservar el respeto por sí mismo y no daba penal porque no había infracción.
Pero a los 42 minutos, todos nos quedamos con la boca abierta cuando el puntero izquierdo de Estrella Polar clavó un tiro libre desde muy lejos y se pusieron arriba 2 a 1. Entonces sí, Herminio Silva pensó en su empleo y alargó el partido hasta que Padín entró en el área y ni bien se le acercó un defensor pitó. Ahí nomás dio un pitazo estridente, aparatoso y sancionó el penal. En ese tiempo el lugar de ejecución no estaba señalado con una mancha blanca y había que contar doce pasos de hombre. Herminio Silva no alcanzó siquiera a recoger la pelota porque el lateral derecho de Estrella Polar, el Colo Rivero, lo durmió de un cachetazo en la nariz. Hubo tanta pelea que se hizo de noche y no hubo manera de despejar la cancha ni de despertar a Herminio Silva. El comisario, con la linterna encendida, suspendió el partido y ordenó disparar al aire. Esa noche el comando militar dictó estado de emergencia, o algo así, y mandó a enganchar un tren para expulsar del pueblo a toda persona que no tuviera apariencia de vivir allí.
Según el tribunal de al Liga, que se reunió el martes, faltaban jugarse veinte segundos a partir de la ejecución del tiro penal y ese match aparte entre Constante Gauna, el shoteador y el gato Díaz al arco, tendría lugar el domingo siguiente, en el mismo estadio a puertas cerradas. De manera que el penal duro una semana y fue, si nadie me informa lo contrario, el más largo de toda la historia. El miércoles faltamos al colegio y nos fuimos al pueblo vecino a curiosear. El club estaba cerrado y todos los hombres se habían reunido en la cancha, entre las bardas. Formaban una larga fila para patearle penales al Gato Díaz y el entrenador de traje negro y lunar trataba de explicarles que esa era la mejor manera de probar al arquero.
Al final, todos tiraron su penal y el Gato atajó unos cuantos porque le pateaban con alpargatas y zapatos de calle. Un soldado bajito, callado, que estaba en la cola, le tiró un puntazo con el borceguí militar y casi arranca la red. Al caer la tarde volvieron al pueblo, abrieron el club y se pusieron a jugar a las cartas. Díaz se quedó toda la noche sin hablar, tirándose para atrás el pelo blanco y duro hasta que después de comer se puso un escarbadientes en la boca y dijo:
-Constante los tira a la derecha.
-Siempre -dijo el presidente del club.
-Pero él sabe que yo sé.
-Entonces estamos jodidos.
-Sí, pero yo sé que él sabe -dijo el Gato.
-Entonces tírate a la izquierda y listo -dijo uno de los que estaban en la mesa.
-No. El sabe que yo sé que él sabe -dijo el Gato Díaz y se levantó para ir a dormir.
-El Gato esta cada vez más raro -dijo el presidente el club cuando lo vio salir pensativo, caminando despacio.
El martes no fue a entrenar y el miércoles tampoco. El jueves, cuando lo encontraron caminando por las vías del tren estaba hablando solo y lo seguía un perro con el rabo cortado.
-¿Lo vas a atajar?- le preguntó, ansioso, el empleado de la bicicletería.
-No sé. ¿Qué me cambia eso?- preguntó.
-Que nos consagramos todos, Gato. Les tocamos el culo a esos maricones de Belgrano.
-Yo me voy consagrar cuando la rubia de Ferreyra me quiera querer -dijo y silbó al perro para volver a su casa.
El viernes, la rubia de Ferreyra esta atendiendo la mercería cuando el intendente del pueblo entró con un ramo de flores y una sonrisa ancha como una sandía abierta. Esto te lo manda el Gato Díaz y hasta el lunes vos decís que es tu novio.
-Pobre tipo -dijo ella con una mueca y ni miro las flores que habían llegado de Neuquén por el ómnibus de las diez y media.
A la noche fueron juntos al cine. En el entreacto el Gato salió al hall a fumar y la rubia de los Ferreyra se quedó sola en la media luz, con la cartera sobre la falda, leyendo cien veces el programa sin levantar la vista.
El sábado a la tarde el Gato Díaz pidió prestadas dos bicicletas y fueron a pasear a las orillas del río. Al caer la tarde la quiso besar, pero ella dio vuelta la cara y dijo que el domingo a la noche, tal vez, después que atajara el penal, en el baile.
-¿Y yo cómo sé? -dijo él.
-¿Cómo sabés qué?
-Si me tengo que tirar para ese lado.
La rubia Ferreyra lo tomó de la mano y lo llevó hasta donde habían dejado las bicicletas.
-En esta vida nunca se sabe quién engaña a quién -dijo ella.
¿Y si no lo atajo? -preguntó él.
Entonces quiere decir que no me querés -respondió la rubia, y volvieron al pueblo.
El domingo del penal salieron del club veinte camiones cargados de gente, pero la policía los detuvo a la entrada del pueblo y tuvieron que quedarse a un costado de la ruta, esperando bajo el sol. En aquel tiempo y en aquel lugar no había emisoras de radio, ni forma de enterarse de lo que ocurría en una cancha cerrada, de manera que los de Estrella Polar establecieron una posta entre el estadio y la ruta.
El empleado del bicicletero subió a un techo desde donde se veía el arco del Gato Díaz y desde allí narraba lo que ocurría a otro muchacho que había quedado en la vereda que a su vez transmitía a otro que estaba a veinte metros y así hasta que cada detalle llegaba a donde esperaban los hinchas de Estrella Polar.
A las tres de la tarde, los dos equipos salieron a la cancha vestidos como si fueran a jugar un partido en serio. Herminio Silva tenía un uniforme negro, desteñido pero limpio y cuando todos estuvieron reunidos en el centro de la cancha fue derecho hasta donde estaba el Colo Rivero que le había dado el cachetazo el domingo anterior y lo expulsó de la cancha. Todavía no se había inventado la tarjeta roja, y Herminio señala la entrada del túnel con una mano temblorosa de la que colgaba el silbato.
Al fin, la policía sacó a empujones al Colo que quería quedarse a ver el penal. Entonces el arbitro fue hasta el arco con la pelota apretada contra una cadera, contó doce pasos y la puso en su lugar. El Gato Díaz se había peinado a la gomina y la cabeza le brillaba como una cacerola de aluminio.
Nosotros los veíamos desde el paredón que rodeaba la cancha, justo detrás del arco, y cuando se colocó sobre la raya de cal y empezó a frotarse las manos desnudas, empezamos a apostar hacía dónde tiraría Constante Gauna.
En la ruta habían cortado el tránsito y todo el Valle estaba pendiente de ese instante porque hacía diez años que el Deportivo Belgrano no perdía un campeonato. También la policía quería saber, así que dejaron que la cadena de relatores se organizara a lo largo de tres kilómetros y las noticias llegaban de boca en boca apenas espaciadas por los sobresaltos de la respiración.
Recién a las tres y media, cuando Herminio Silva consiguió que los dirigentes de los dos clubes, los entrenadores y las fuerzas vivas del pueblo abandonaran la cancha, Constante Gauna se acercó a acomodar la pelota. Era flaco y musculoso y tenía las cejas tan pobladas que parecían cortarle la cara en dos. Había tirado ese penal tantas veces -contó después- que volvería a patearlo a cada instante de su vida, dormido o despierto.
A las cuatro menos cuarto, Herminio Silva se puso a medio camino entre el arco y la pelota, se llevó el silbato a la boca y sopló con todas sus fuerzas. Estaba tan nervioso y el sol le había machacado tanto sobre la nuca, que cuando la pelota salió hacía el arco, el referí sintió que los ojos se reviraban y cayó de espalda echando espuma por la boca. Díaz dio un paso al frente y se tiró a su derecha. La pelota salió dando vueltas hacía el medio del arco y Constante Gauna adivinó enseguida que las piernas del Gato Díaz llegarían justo para desviarla hacia un costado. El gato pensó en el baile de la noche, en la gloria tardía y en que alguien corriera a tirar la pelota al córner porque había quedado picando en el área.
El petiso Mirabelli llegó primero que nadie y la sacó afuera, contra el alambrado, pero el árbitro Herminio Silva no podía verlo porque estaba en el suelo, revolcándose con su epilepsia. Cuando todo Estrella Polar se tiró sobre el Gato Díaz, el juez de línea corrió hacía Herminio Silva con la bandera parada y desde el paredón donde estábamos sentados oímos que gritaba: “¡no vale, no vale!”.
La noticia corrió de boca en boca, jubilosa. La atajada del Gato y el desmayo del árbitro. Entonces en la ruta todos abrieron las botellas de vino y empezaron a festejar, aunque el “no vale” llegara balbuceado por los mensajeros como una mueca atónita.
Hasta que Herminio Silva no se puso de pie, desencajado por el ataque, no hubo respuesta definitiva. Lo primero que preguntó fue “qué pasó” y cuando se lo contaron sacudió la cabeza y dijo que había que patear de nuevo porque él no había estado allí y el reglamento decía que el partido no puede jugarse con un árbitro desmayado. Entonces el Gato Díaz apartó a los que querían pegarle al vendedor de rifas de Deportivo Belgrano y dijo que había que apurarse porque esa noche él tenía una cita y una promesa y fue otra vez bajo el arco.
Constante Gauna debía tenerse poca fe, porque le ofreció el tiro a Padini y recién después fue hacía la pelota mientras el juez de línea ayudaba a Herminio Silva a mantenerse parado. Afuera se escuchaban bocinazos de festejo y los jugadores de Estrella Polar empezaron a retirarse de la cancha rodeados por la policía.
El pelotazo salió hacía la izquierda y el Gato Díaz se fue para el mismo lado con una elegancia y una seguridad que nunca más volvió a tener. Constante Gauna miró al cielo y después se echó a llorar. Nosotros saltamos del paredón y fuimos a mirar de cerca a Díaz, el viejo, el grandote, que miraba la pelota que tenía entre las manos como si hubiera sacado la sortija de la calesita.
Dos años más tarde, cuando él era una ruina y yo un joven insolente, me lo encontré otra vez, a doce pasos de distancia y lo vi inmenso, agazapado en punta de pie, con los dedos abiertos y largos. En una mano llevaba un anillo de matrimonio que no era de la rubia de los Ferreyra sino de la hermana del Colo Rivero, que era tan india y tan vieja como él. Evité mirarlo a los ojos y le cambié la pierna; después tiré de zurda, abajo, sabiendo que no llegaría porque estaba un poco duro y le pesaba la gloria. Cuando fui a buscar la pelota dentro del arco, el Gato Díaz estaba levantándose como un perro apaleado.
-Bien, pibe -me dijo-. Algún día, cuando seas viejo, vas a andar contando por ahí que le hiciste un gol al Gato Díaz, pero para entonces ya nadie se va a acordar de mí.
sábado, mayo 27, 2006
lunes, mayo 22, 2006
He pasado toda la noche sin dormir
sin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo
pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.
Fernando Pessoa
domingo, mayo 21, 2006
Lawrence
martes, mayo 09, 2006
Fragmento
lunes, mayo 01, 2006
Artículo
Asegura mi médico que es un milagro que la oreja sea oreja todos los días. O que la nariz sea nariz, y así sucesivamente. No es que quiera decir que lo normal es que la oreja sea un día patata y otro zanahoria, sino que para mantener esa rutina orgánica es preciso un mecanismo cuya complejidad es lo que nos hace a usted y a mí prácticamente incomprensibles. Y lleva razón mi médico. Personalmente, me parece asombroso que la Luna salga todas las noches, y que los astros funcionen con la precisión de un reloj suizo. Lo normal es que cada día giraran a una velocidad diferente, incluso que algunos días no giraran. Y que los asteroides chocaran unos con otros todo el rato, como los automóviles en la operación retorno. Pero ahí los tienen ustedes, repitiendo cada hora lo mismo, con una exactitud que no sabemos a qué se debe ni cuánto tiempo más piensa durar.Nuestro cuerpo es como una maqueta del universo. Para que nos levantemos de la cama y cojamos el autobús y hagamos, en fin, las tonterías que solemos hacer en el despacho, tienen que ponerse en funcionamiento millones y millones de recursos y células cuya mecánica ignoramos. Lo más probable es que si la biología no mantuviera una presión constante sobre el pie, éste amanecería convertido unas veces en nabo y otras en remolacha. Tiene que ser muy costoso que se mantenga con sus cinco dedos y sus uñas, siempre idéntico a sí mismo. Los juanetes son una tontería. Lo verdaderamente milagroso es que no sea todo juanete. O todo callo.Sería fantástico poder trasladar este equilibrio orgánico a la psicología. Que cada día nos levantáramos con el mismo estado de ánimo, quiero decir. Si todas las semanas tenemos el mismo número de dientes en la boca, y el mismo número de lenguas y de papilas gustativas, ¿sería mucho pedir que, una vez alcanzado un carácter aceptable, nos despertáramos todos los días con él? ¿Por qué unas mañanas estamos tristes y otras alegres? ¿Por qué hay jornadas en las que no saldríamos de la cama, mientras que otras estamos deseando que amanezca para ponernos a trabajar? ¿Por qué, en lo psíquico, la oreja no es siempre oreja ni el párpado párpado cada día? ¿Por qué somos una catástrofe psicológica, mientras que desde el punto de vista físico mostramos una estabilidad envidiable?Es más, puestos a elegir, yo preferiría que la estabilidad de mis órganos se trasladara a mi modo de ser, aun al precio de que el hígado fuera unos días hígado y otros una planta carnívora, o los riñones amanecieran convertidos en roca los lunes, miércoles y viernes. Por cierto, ¿por qué los jueves siempre son jueves? ¿Qué clase de glándula les proporciona esa increíble estabilidad? ¿Cómo es posible que ningún jueves, que yo sepa, haya amanecido lunes o ningún marzo abril? ¿Por qué usted no es yo algunos días? ¿Por qué yo soy incapaz de amanecer usted? Todo son preguntas.
jueves, abril 20, 2006
Sobreviviendo a las distancias
viernes, abril 07, 2006
jueves, abril 06, 2006
Sobre mi casa robada
lunes, marzo 27, 2006
Recomendación
Hola
Éste es para avisarles que viene Jamie Cullum a México dentro del festival de Jazz de la ciudad de México, el 24 de Mayo a las 21.00hrs en el Teatro Metropolitan, y el precio es de 600 a 150 creo, hoy y mañana es la preventa "banametz" y el miercoles ya para todos. Pasen la voz va a estar bien bueno.
Les mando un abrazo y si no tienen ni idea de quién es, es un jazzista ingles muy bueno, de veintitantos años... www.jamiecullum.com
martes, marzo 21, 2006
Los húngaros
sábado, marzo 18, 2006
Block de Notas
lunes, marzo 13, 2006
De una misiva
Happy New Year
Mirá, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fín de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mi mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres. (sic)
Julio Cortázar
Gracias srita
i.
viernes, marzo 10, 2006
Del Decano
miércoles, marzo 01, 2006
Matutino
lunes, febrero 27, 2006
The Nada
Soñé, que soñaste conmigo
Soñé, que estabas sola
Soñé, que me adorabas
Soñé, que me dabas bola
Soñé
Soñé que estabas ahí
Dando vueltas sin cesar
Soñé que me veias
Con otros ojos,/soñé, en otro lugar
Ay, soñé
Soñé, Soñé, Soñé, Soñé
Soñé que tenia un caballo
Que me trataba mejor que vos
Tenia tan buena onda con ella
Era mi yegua,/soñé, mucho mas que vos
Soñé
Soñé, Soñé, Soñé, Soñé
Sigo siendo aquel muchacho soñador
Que observaba las estrellas
Sigo siendo aquel muchacho soñador
Pero no las veo tan bellas
Soñé
Sigo siendo aquel muchacho soñador
Que observaba las estrellas
Sigo siendo aquel muchacho soñador
Pero no las veo tan bellas
Soñé
Soñé, Soñé, Soñé, Soñé
Soñé, que soñaste conmigo
Soñé, que estabas sola
Soñé, que me adorabas
Soñé, que me dabas bola
Soñé
Música de Kevin Johansen