martes, octubre 27, 2009

lunes, octubre 26, 2009

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Me acuesto corazón con los ojos abiertos. En ti cerrado. No te tengo, te busco. Anochece lentamente. Te encuentro en los objetos y los libros, apareces entre afiches sajones, entre piedras de mar y de río. Te busco en la habitación, oscura quieta, con los ojos cerrados. Silencio. Toda mi piel está buscándote. Tiemblo el aire cuando te palabreo. Ecos que suaves se deslizan en los muros. Quisiera que un beso de tus ojos llenara este cuenco vacío de mi sueño. Quisiera que la noche te acercara y para siempre estés.

sábado, octubre 24, 2009

De dónde provengo

En el titular se lee: "provenimos de observadores del cielo acuciosos", entusiasmado por el enunciado yo leí: provenimos de observadores del cielo acuosos, al releerlo me di cuenta de la falla, sin embargo me gusta más con el error de mi emoción, que da a los observadores este pensarlos en nostalgia y melancolía. Sabiduría y no, pero el astro que vieron por segundos jamás lo volverán a ver. De allí la acuosidad que mana de sus ojos por el breve descuido al, digamos, endulzar su taza de café. En cierto poema de Galeano se lee que por envidia de los supremos el hombre perdió la capacidad de ver más allá del horizonte; los observadores apelan a los instrumentos para recuperar esta carencia fatal: acuciosos y decididos. Es en todo cierto que el deseo vehemente que los impulsa a observar les llena de deseos y por eso aumenta su falta de nada, su vacío amplio como el cosmos al que día y noche dirigen sus máquinas. Y es en esos extractos de su solitaria actividad, de su búsqueda solícita, que me siento como ellos: un observador acuoso.

martes, octubre 20, 2009

El frío llegó.

Me abunda una soledad impresionante. No es de esta noche. Han cesado los viajes de bus. Y las caminatas más breves que he dado nunca se vuelven rutina. Dónde están aquellos éxtasis. Aquel cansancio que dejé en algún sitio de parque. El olor de las camas. Las camisas arrugadas. Las semillas en mis bolsillos. El tiempo apresurándome. Dónde han quedado los dibujos que hacíamos y hacían las cosas. Me despierto pensando-te en estas noches sin sueño. Noches sin ti y con frío. Con el brazo torcido. Con los ojos cerrados engañando a las sombras y la memoria.


sábado, octubre 17, 2009