domingo, febrero 17, 2008

Closet

Las cucharas ya no están en la sala. Ya no tengo el dolor de cabeza. Abro las ventanas. Crujen las losetas a mi paso. En la cocina pondré esta y otra lámpara. En las recámaras me cubriré con aquellas sábanas blancas. Las cajas se doblaran y llenaran de cartón los basureros. Mis gatos podrán revolcarse en el jardín. Parece que sólo a uno se le quedó el color buganvilla en los ojos. Mis voces las escribo, me pautan. Son las mismas. Los gestos iguales y las articulaciones lubricadas. La paciencia me habla. Terminan los días de sacrificar cosas; hay un nuevo comienzo y lo atestiguan el espesor de los muros que conforman esta casa.

No hay comentarios.: